23 de Abril de 2024
Bodega Decero

Bodega Decero

La historia de Decero nace como una genuina historia de amor, en la que se encuentran el hombre y la tierra. El fundador, Thomas Schmidheiny, tiene vino hasta en la médula. Una rica herencia en la producción de esta bebida legada de sus abuelos en Suiza y de su madre Adda, en la pequeña bodega familiar en Napa Valley.

El romance surgió en la zona de Agrelo, Mendoza, a los pies de la cordillera de los Andes, donde el campo agreste y desnudo, con apenas algunas jarillas y chañares, se convirtió en el viñedo Remolinos. Llamado así por los diminutos vórtices en los que el viento forma remolinos entre las viñas y mantiene las uvas sanas. A más de mil metros de altitud sobre el nivel del mar, este viñedo es uno de los más altos de la región, una condición que refresca la viña durante la noche con aire puro de los Andes.

“Empezamos Finca Decero, de cero”, dice Thomas. Empezar de cero era exactamente lo él había soñado. Tener la libertad para innovar en una de las zonas más prestigiosas del mundo y cuna de los más elegantes tintos argentinos. “A medida que maduró nuestra comprensión de las cualidades únicas del lugar, algunas cosas comenzaron a ser evidentes. No comprometeríamos nunca la calidad de nuestros vinos, y plantaríamos sólo aquellos cepajes tintos que se adaptaran perfectamente al microclima de Agrelo”, sentencia.

Primero, tuvieron que comprender el suelo; segundo, estudiar el terreno centímetro a centímetro y tercero, delimitar topográficamente la zona. La conclusión fue maravillosa, entendieron que cada parcela de sus viñedos era única y tenía carácter y personalidad propios. Optaron por una viticultura sustentable con un impacto mínimo sobre el medio ambiente, colaborando activamente con la comunidad que los rodea y combinando la filosofía del saber local como del know-how internacional. A este proceso obsesivo por los cuidados de principio a fin lo llamaron “Amano”, sin ataduras y comprometidos con la calidad. “Lo hacemos a mano, de una manera humana, sustentable, respetuosa. Conociendo nuestros suelos centímetro por centímetro. Sólo así nuestros vinos serán honestos, una genuina expresión del potencial de nuestro viñedo Remolinos. Hechos ‘Amano’ y ‘Decero’” dice Thomas Schmidheiny.

Decero Amano, vino ícono

La filosofía del vino ícono, tal y como lo indica su nombre, es hacer las cosas a mano, cuidando y respetando el medio ambiente. El trabajo comienza en el contacto con el suelo, el viento y el sol; luego la planta, el riego y el suelo. Para optimizar los trabajos en la viña captan imágenes de alta definición vía satélite, lo cual permite supervisar paso a paso la evolución de los viñedos, aunque el trabajo “amano” de poda, deshoje, desbrote y cosecha es irremplazable. Además, las uvas atraviesan dos meticulosas cintas de selección antes de llegar al tanque de fermentación, donde el uso de gravedad en lugar de bombas permite tratar con extrema delicadeza las uvas y mostos. Con la fermentación maloláctica, desarrollada en pequeñas barricas de roble francés, se obtienen vinos elegantes, equilibrados y de gran complejidad.

Decero Amano es un vino de corte que proviene de los viñedos Remolinos, tiene aroma a violetas y frutos rojos, los cuales complementan muy bien la fruta negra del Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Tanat. Decero Amano 2011 se caracteriza por tener una gran concentración, enmarcada por la elegancia de sus aromas y taninos. Es un vino de extraordinaria delicadeza y sedosa elegancia, habiendo madurado cuidadosamente 22 meses en barricas de roble francés de primer uso y un año en botella.

Decero Amano

Vino de corte, ícono de Finca Decero, proviene de los viñedos Remolinos, tiene aroma a violetas y frutos rojos, que complementan muy bien la fruta negra del Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Tannat.

Decero Cabernet Sauvignon, Remolinos Vineyard

En este Cabernet Sauvignon llama la atención la gran intensidad de aromas de cassis y fruta negra. A su vez, las típicas especias de Agrelo aportan complejidad. Una equilibrada acidez y firmes taninos que llenan toda la boca. Es ideal para acompañarlo con comidas intensas y también para una larga guarda.

Decero Syrah, Remolinos Vineyard

Muestra aromas de frutos rojos, moras y especias. En boca se caracteriza por un gran balance entre acidez, alcohol y estructura. El paso por barricas de roble francés aportan complejidad y elegante estructura.

Decero Petit Verdot, Remolinos Vineyard

Este varietal demuestra su excepcional adaptación a Agrelo, en particular al viñedo Remolinos. Una muestra de ello es que todas las vendimias han sido parte en distintos porcentajes del blend ícono. A su vez se seleccionan algunas parcelas para el “Mini Ediciones” que presenta firmes taninos y gran expresión aromática con notas de jazmín y arándanos.

EDESA Profesor Conradi 1690  021 501652

25 de Marzo de 2015

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