Por Violeta Escobar Llegamos con las chicas a eso de las siete de la tarde y nos recibe un espacio al aire libre distendido, mucho verde y un grato abanico de ofertas culinarias, perfecto para aplacar el hambre post oficinesco que surge después de estar sentadas 10 horas sin respiro. “La Plaza” (antes conocido como “Plaza Serrano”) es un centro Cultural & Gastronómico como ellos mismos se denominan, que ofrece varias opciones tanto gastronómicas como de actividades para complacer los gustos de cualquiera. El lugar proclama la variedad como principal diferencial, disfrutar ya sea al aire libre o bajo techo y promete ofrecer un sin fin de opciones, especial para tener horas leyendo a los clientes la carta digital (sí, la carta es una “tablet”). Llega el mozo quien muy amistosamente nos da la bienvenida y mientras con mucha paciencia nos enseña a usar la tecnología (espero no delatar la edad de nadie) nos deja elegir entre platos gourmet, pizzas, picadas, cortes de carnes y tragos en un lugar que se respira despreocupación. Entre ida y vueltas de clicks, batallando con el infinito menú, nos decidimos y dos puchos más tarde llegaron las primeras picadas. Unas tapas de pulpo que eran semi picantes, bañadas con aceite de oliva que acompañamos con caipirinhas (¿por qué no?) al más puro estilo “estoy en la playa lejos de la playa”.

Dejando de lado las etiquetas y profesando la religión del karuvai, procedimos a pedir una pizza de Il Forno de la Nonna, por supuesto la “especial de la casa” (Gs. 70.000) que tenía salsa de tomate, muzzarella, muchísimo roquefort y cebolla caramelizada. Para seguir la tradición de seguir probando de todo un poco, elegimos uno de los preferidos de la noche, un plato de salmón tierno al roquefort con finos vegetales cortados. Una verdadera delicia Y finalmente terminamos con un delicioso corte de carne suave de la Bistecca con mandiocas fritas con hierbas y un especial digno de mencionar, la sopita volcánica de sopa Paraguaya. Imperdible. Acompañamos las comidas con la cerveza mimada del lugar, Menabrea, una cerveza italiana ganadora de varios premios a nivel mundial que es el símbolo indiscutible del lugar. Pero también hay que tener en cuenta que La Plaza no solo ofrece opciones para disfrutar de noche. Gracias a Twins Bakery, el café del lugar que abre temprano, se puede disfrutar de delicias dulces y saludables antes de arrancar el after office. Un combo perfecto desde todo punto de vista. ¿Hay más? Sí, también hay clases de tango… ¡de tango!. Me cuentan que cada jueves a partir de las 20:30 horas “Alas de Tango” ofrece clases por Gs. 15.000 a aquellos aventureros que deseen caer en nuevas aficiones. Y sumando a las ya muchas ofertas del lugar, puedo asegurar finalmente que su emblema favorito es el inamovible escenario que siempre trae propuestas nuevas y frescas, y que si por esas casualidades te toca la suerte de pillar una noche de música en vivo, el derecho a show solo cuesta Gs. 15.000. Un aporte opcional más que tímido para los que quieran quedarse a disfrutar del evento. Finalmente “La Plaza” es un lugar donde la gastronomía y la cultura se encuentran, el cuadrilátero perfecto en donde pelean propuestas especialmente diseñadas para satisfacer diferentes gustos y ganas. Un lugar donde tranquilamente podemos ir a merendar, aprender tango, comer pizza, tomar tragos y terminar disfrutando de un show en vivo. Nada mal para una primera cita.