Mary Llorens, conocida como la mayor productora bovina del país e incansable activista de los derechos de los animales, lleva 30 años viviendo en el país. Nació en Bellinzona, capital del cantón de Ticino, en la Suiza italiana, una ciudad medieval que preserva sus castillos y que en un tiempo formó parte de Italia.

¿Vuelve seguido a su tierra?

Trato de combinar mis visitas a Lugano, Ticino, donde hoy vive mi familia, con los viajes a París que hago dos veces al año porque me nombraron embajadora mundial de la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal Intergubernamental), el ente que regula la sanidad animal mundial. En Ticino se come a la italiana. Hay pasta, risotto, farinácea y carne. Hoy yo misma me cocino estos platos, yo como a la italiana.

¿Qué platos le gustan especialmente?

¡Todo! Pastas, polenta, carne, risotto. La particularidad de la cocina italiana es que no hay mucha crema, contrariamente a la cocina francesa o incluso a la que se hace en Paraguay. Es una dieta mediterránea. Me encanta el Risotto alla Milanese, por ejemplo.

¿Cuándo aprendió a cocinar?

¡Ah! Era ayer, digamos (se ríe). Era pequeña, siempre me gustó, aprendí mirando a mi mamá.

¿Qué cocina mejor?

Se puede decir que me sale bastante bien todo. Sinceramente, los amigos que comieron lo que preparé quedaron muy contentos y con ganas de volver (se ríe). Viví en el campo mucho tiempo cuando recién llegué con mi finado marido, allí cocinaba todo, desde el pan, a la manera tradicional.

¿Qué platos le piden sus amigos?

Los del sur de Francia, el Gigot de cordero joven (muslo), al horno. Es un plato típico del sur de Francia, sobre un lecho de papa en rebanadas, con ajo y vino blanco. ¡Mmuuy rico! Profundicé en la cocina francesa con mi marido, que era de Aix-en-Provence. Empecé a comprar libros de recetas de la región y creo que me salen muy bien.

¿Qué aromas recuerda de la cocina de su infancia?

Lo típico de la cocina italiana, son muchos, pero todos continúan presentes en mi vida. ¡Yo nunca cambié! Todavía como risotto y la carne como hacía mi mamá, bien cocinada durante horas y con vino, típico del norte de Italia.

¿Le gusta experimentar en la cocina?

Sí, me gusta probar nuevas recetas o ingredientes que les dan un toque personal a mis platos. Hace poco hice un conejo especial, con un sistema que descubrí para que la carne no se quede seca.

¿Cuál es su sabor paraguayo preferido?

Un buen asado se acepta con mucho placer. Si tengo que elegir, prefiero la carne porcina. En Europa se hace milanesa con carne de ternero, pero como acá no hay, yo la preparo con lomito de cerdo.