27 de Abril de 2024
Durante años he escuchado a personas con conocimiento del mundo del vino hablar únicamente de las bondades del corcho de Alcornoque, afirmando que es el único elemento “bueno” para sellar una botella de vino.

18 de Octubre de 2023

Oliver Gayet

La verdad es que el mundo ha evolucionado desde que los monjes Capuchinos portugueses presentaron al monje Benedictino Dom Perignon (1638-1715 DC), la corteza del árbol de alcornoque para sellar las botellas y con el que se fabrican hasta hoy en día lo que llamamos comúnmente “corcho”. 

De hecho, el descubrimiento del corcho ha sido fundamental para la industria del vino y se sigue usando en las mejores etiquetas. 

Hay que agradecer de alguna forma a estos “exploradores” del vino su descubrimiento, que han sido tan beneficioso para mantener la mejor calidad en esta bebida que tanto amamos.

TCA, el innombrable para un vino, ¿qué es? Es una enfermedad o un defecto del corcho, un proceso químico que se desencadena como consecuencia de la presencia de clorofenoles en el corcho, una contaminación química que daña al vino. Para entenderlo de forma más simple, es como un hongo o una contaminación bacteriana del corcho que se traslada al vino. Este problema afecta a un 4% del vino embotellado a nivel mundial -a mi parecer un porcentaje elevadísimo-, y ha creado un sonoro problema que, dada la dificultad para detectarlo y erradicarlo, ha generado una cierta psicosis entre los productores y consumidores. 

Aunque es totalmente inocuo para el ser humano y podría hasta considerarse apto para el consumo, esta desviación puede afectar gravemente las características organolépticas del vino, arruinando por completo el sabor y el olor que buscan los consumidores en un vino particular obligándolos a menudo a descartar la botella completa.  Es casi imposible recuperar el vino aunque se decante (como algunos creen poder recuperarlo), así que el vino se convierte en un aliado de la cocina para preparar la mejor salsa.

La gran ventaja del corcho de alcornoque es la Microoxigenación que, con este corcho, pueden tener los vinos para su evolución, este proceso es buscado por los enólogos principalmente en los tintos, por lo que en general, ni blancos ni rosados necesitan de esta microoxigenación.

Cuando el corcho de alcornoque es innecesario

Creo que ya entendieron, blancos, rosados o inclusive tintos jóvenes, no necesitan microoxigenación, por lo tanto no necesitan de un corcho de alcornoque y mucho menos tomar el riesgo de ser uno de los desafortunados del 4% de los vinos contaminados con el TCA. Para esto surgió el srew cap o tapa a rosca, un sello anatómico que preserva la calidad, que no contamina, que es 100% reciclable y además es económico (aunque ésta por lejos no es su mayor virtud). No es extraño ir viendo este tipo de sello cada vez más frecuentemente en diferentes estilos de vino sin importar la marca ni el precio. 

Para mí, decidirse por el srew cap y garantizar que el producto llegue en las mejores condiciones al consumidor final es simplemente una decisión del enólogo y la bodega. Como sommelier, el producto me encanta, aunque pierde un poco el “charme” del proceso de descorchar el vino al cliente y el ritual que lo acompaña. Pero las cosas siguen evolucionando en el mundo del vino. Buscar una solución ecológica que satisfaga a los productores y que para los sommelieres siga teniendo tradición, ha sido el objetivo trazado por  la empresa Nomacorc. 

Nomacorc desarrolló un corcho a base de caña de azúcar y durante más de 40 años ha explorado los beneficios de su invención en experimentos y tests de evolución de vinos demostrando su eficacia.  Hoy tiene fábricas de producción de corchos en USA y Argentina. 

Muchos no reconocen el producto pero, teniendo el ojo de un sommelier y habiendo presenciado varios seminarios de Nomacorc, lo reconozco de inmediato. Es más, muchos vinos importados que se encuentran en Paraguay, tanto españoles, franceses, argentinos como chilenos, ya usan el producto pero la gran mayoría de los consumidores no saben que se trata del corcho de caña de azúcar Nomacorc, el que están descorchando.

Preciados lectores, creo que con estos breves renglones del día de hoy, los he ayudado a esclarecer un poco el mito del corcho y sus verdaderas bondades. 

¡Salud a todos y hasta la próxima!

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