Para comenzar con esta columna que me genera tanta emoción porque podré compartir con ustedes todo sobre el mundo del té, quisiera hacer una breve reseña de mi propia historia de amor al té. Esta pasión nació hace muchos años sin darme cuenta. Desde chica, en mi casa, tomábamos muchos blends de té con frutas. Creo que debe ser por la mezcla de culturas paraguayo-alemana, a pesar de que en Paraguay estamos muy acostumbrados a tomar tisanas (infusiones de hierbas que estaremos mencionando más adelante).
En casa de mis padres es muy normal prepararse una taza de té en cualquier momento. Esa taza de té con sabores y aromas únicos que al inhalar profundo, con la taza calentita entre ambas manos, te hacen sentir en casa y te llenan el alma de paz.
Ese hábito se incorporó en mi vida y viajando por el mundo, decidí estudiar por qué es tan especial cada tipo de té y cómo fue que nació esta bebida que tiene una variedad inmensa… Así que les pido que vayan a prepararse una buena taza del té que más les guste para poder viajar conmigo en el tiempo a miles de años atrás.
Comenzaremos por conocer la historia de esta bebida que es bastante inspiracional. No obstante es importante saber que el té no se define solo por la historia de cómo fue descubierto, sino por los tipos de terroir donde son seleccionadas las plantas para la cosecha, en qué momento son cosechadas, cuáles son las formas correctas de infusionar dependiendo del origen y la oxidación, cuál es la proporción exacta del agua con relación a las hebras y cuáles son los tiempos de infusión. Para entender todo esto, comenzamos con las fabulosas historias de cómo fue descubierta la planta Camellia Sinensis, o sea el té propiamente dicho.
La leyenda más popular tiene origen en China, donde se le atribuye el descubrimiento del té al Emperador Shennong o Shen Nung, también conocido como el padre de la medicina natural y agricultura china. Cuenta la historia que alrededor del año 2.730 a.C. la primera taza de té fue descubierta por accidente. En esa época, no era seguro beber agua sin calentar, debido a la cantidad de enfermedades que circulaban en la época. En cierto momento, el Emperador estaba debajo de un árbol sirviéndose agua caliente en un cuenco, cuando algunas hojas de la planta Camellia Sinensis cayeron dentro del agua, y él en lugar de retirarlas, decidió tomar el agua con las hojas adentro, descubriendo un sabor único, lo que hoy llamamos té.
Por otro lado, en Japón e India, el descubrimiento del té se le atribuye al budista Bodhidharma, quien fundó el budismo Zen en el año 520 d.C. Viajó a China para predicar el budismo, donde él pretendía meditar durante 7 años seguidos sin descanso, pero cuando ya se encontraba en el proceso, se quedó dormido, entonces enojado consigo mismo por ceder al cansancio, se cortó los parpados de los ojos y los tiró al suelo, fue de allí de donde nacío la hoja de té. Otra de las historias que se le atribuyen a Bodhidharma, es que durante su meditación, salió a pasear por el campo, donde encontró una planta de Camellia Sinensis y se le ocurrió masticar, en ese momento sintió que su cansancio desaparecía, siendo esta la forma en que descubrió el té.
Mi duda con todas estas historias increíbles del descubrimiento del té era de dónde sale realmente el nombre Camellia Sinensis. Encontré que incluso esta denominación fue bastante inspiracional. El nombre Camellia proviene de la denominación en latín del apellido de George Josef Kamel (1661-1706), un misionero jesuita checo que estudió por mucho tiempo la botánica. Él no descubrió la planta ni el nombre, pero fue honrado por Carl Linnaeus, creador del sistema taxonómico por su contribución a la botánica, utilizando así esta denominación en combinación con la palabra Sinensis que significa ¨de China¨.
Volviendo un poco a la historia que tenemos en Paraguay con las infusiones, es muy importante saber cuáles son las diferencias entre lo que podemos denominar té. Todo lo que consumimos con agua caliente podemos llamar infusiones, pero no todo es té. Aquí estamos muy acostumbrados a tomar infusiones herbales como boldo, manzanilla, tilo, etc. y a esto se le llama correctamente tisanas. Además, tenemos que tener en cuenta que el tereré y el mate son una cultura de consumir tipos de infusiones a los que estamos muy acostumbrados.
Puede ser que tu historia de amor al té comenzó con una taza por motivos de salud, o puede ser que simplemente hayas necesitado una pausa en tu día para conectarte contigo mismo, cualquiera que haya sido la razón, es más que válida y bienvenida para acompañarme en los siguientes artículos que estaré compartiendo contigo.